10 de Abril de 1959
La boda se celebró en el interior del
Palacio Imperial de Tokio. La ceremonia se ofició ante seis sacerdotes
sintoístas como únicos testigos que juraron guardar eterno silencio. Frente al
espejo de Amterasu, diosa delSol y Madre Divina de Japón, los novios
pronunciaron sus votos matrimoniales, depositaron una rama de sakaki y bebieron
tres vasitos de sake.
Ya casados, se
vistieron a la usanza occidental y así aparecieron en la escalinata principal
de palacio desde donde recorrieron las calles más céntricas de Tokio. A su
regreso, los novios se dirigieron hacía uno de los salones donde fueron
felicitados por los emperadores Hirohito y Nagako y el matrimonio Soda.
Se sirvió el
ágape nupcial. No hubo representación extranjera, pues las bodas imperiales
eran consideradas un acontecimiento estrictamente
familiar.
me alegra saber que has vuelto a escribir sobre una nueva oda.Es curioso como las tradiciones según que países cambian
ResponderEliminarUn beso